Mi día favorito siempre ha sido el 7 de diciembre día en que se prenden velitas por cualquier cosa y persona.
Y aunque aún falta mucho tiempo para ese día, siempre prenderé una por ti y otra por mí
Pero ¿Sabes que es lo más curioso de todo? Que soy tan empática que prendo una por cada cada persona que siento que lo necesita o no sé si solo estupidez mía cuando sé que nadie prendería una vela por mí.
Tu eres el primer nombre que se me viene a la cabeza cada vez que me preguntan qué es lo más importante en mi vida. Pero siempre hay personajes secundarios en los que creo que merecen la pena estar aquí.
La vida está llena altas y bajas y creo que las bajas son las que más quedan grabadas a lo largo de tu vida, porque son de las que más se aprende y espero lo entiendas algún día.
Mi primera vela va por los que se quedaron callados, ¿sabes? En dónde estoy incluida yo, esas personas que siempre tenían algo que decir, pero lamentablemente lo dijeron en un momento equivocado. Esas personas abusadas, maltratadas, llenas de heridas y tristeza, aquellas que andan en vicios y círculos viciosos que los atormentan día con día.


Mi segunda vela será por las que ya les aburre todo, que ya no le encuentran sentido alguno estar en una relación o estar con su familia no les agrada, va por esas que necesitan soledad por un tiempo en dónde el silencio les puede hablar y ayudar más que un psicólogo.
Mi tercera vela, son por las que fueron felices, tuvieron esperanza por más triste que se les puso la vida y que siempre vieron una luz al final del túnel, así la hubieran perdido en el camino.

La cuarta vela va por ese dicho que dice "no hay mal que por bien no venga" o “No hay mal que dure cien años”.

La quinta es por ti, por poder algún día lograr verte todos los días, como antes, porque dejarte ir fue un trauma más a la lista de tantos que hay. La quinta es para que sufras, pero no te mates por ello, es para que aprendas y la vida te enseñe a qué no todo es color de rosa como tú lindo vestido, es para que tus malas rachas no sean para siempre, es para que sepas que te veo a ti como mi luz al final del túnel y que por más lágrimas que tú o yo derramemos yo estaré para ti y espero algún día tu estés para mí.

Y la sexta es por mí, por mi felicidad por esos momentos que me llenan más que toda la comida del mundo, no se vive de amor pero el mismo amor es lo que te mantiene vivo; la prenderé para ver si algún día mi única preocupación sea ver si mi banda favorita lanza una canción.

Cuando naciste fue como si me dijeras en un instante lo que Víctor dijo en sus botos … “Con esta vela alumbrare tu camino en la oscuridad…” Pero por ahora yo te lo voy alumbrar a ti.